¿En qué se diferencia internet de una biblioteca digital?
¿En qué se diferencia internet de una biblioteca digital?
Podemos
definir Internet como una "red
de redes", es decir, una red que conecta computadores y redes de
computadores entre sí con el objetivo de compartir recursos formando una “red
global.” (De la Cuadra, s.f.) Esta recurrente
palabra es un acrónimo de INTERconected
NETworks (Redes interconectadas).
La “red de
redes” podemos definirla según Banegas (2011)
como un “repositorio caótico de todo tipo de información en formato digital:
textos cortos, libros, datos en bruto, propaganda comercial, video, audio,
documentos efímeros, documentos duraderos, noticias, información gratuita,
información vendida, información trivial, información valiosa y útil, etc...”
Es tan
grande la cantidad de información que podemos encontrar en Internet, que se vuelve fácil compararla con
una “gran biblioteca” digital. Sin embargo, esa comparación no es muy ajustada
a la realidad, ya que las bibliotecas
cuentan con la información correctamente catalogada, organizada y
registrada según estrictos sistemas de catalogación dispuestos por
bibliotecólogos especializados. Más que a una
biblioteca podemos comparar Internet a una gran plaza pública donde los
usuarios comparten información, la distribuyen, se comunican y crean contenidos
propios sin estar exentos de peligros ni dificultades.
Gran
parte de la información disponible en la web está dispuesta por organizaciones,
personas naturales, aficionados, expertos y personas como cada uno de nosotros que
van construyendo esta gran “red de redes” día a día.
Encontraremos
en internet toda la información y
contenidos que sean de acceso público. Estos contenidos no necesariamente están
validados, ni los debemos considerar
confiables por el solo hecho de estar
disponibles en la web.
Existe
además, lo que llamamos “internet
profunda” que corresponde a todo el conjunto de datos que están alojados en
servidores web privados o de acceso restringido a los cuales se debe ingresar de
otra manera. Algunos expertos la llaman la “internet
invisible” y corresponde a los catálogos de bibliotecas y bases de datos
bibliográficas, bases de datos no bibliográficas, revistas electrónicas especializadas
en las que se pide un registro previo, obras de referencia como enciclopedias,
diccionarios, etc. Toda esta información
no es rastreable por los buscadores utilizados comúnmente como Google, Yahoo,
Firefox o Safari. ( Lamarca , 2011)
Es
importante entonces que estemos conscientes que no toda la información que
necesitamos está disponible en internet en forma gratuita.
Al
momento de iniciar una búsqueda académica de información en la web, debemos
considerar varias fuentes de datos
diferentes desde donde recopilaremos la información que necesitamos. Éstas
pueden ser los buscadores web, catálogos de bibliotecas digitales privadas o de
las bases de datos disponibles en los catálogos de la Biblioteca de la
Universidad. De tal manera, los portales webs de las bibliotecas académicas han asumido
cada vez mayor responsabilidad y presencia en la vida digital de sus
estudiantes.
Imagen1: Acceso al catálogo de Biblioteca Universidad de
los Andes (www.uandes.cl/biblitoeca)
Si
optamos por tomar información desde sitios webs a los cuales llegamos usando diferentes buscadores como Google o
Bing, debemos validar la información que recogemos y preocuparnos de verificar
la calidad de sus fuentes bibliográficas.
En
el caso de los documentos tomados desde bases de datos electrónicas
especializadas a las cuales se accede a través de las bibliotecas o bases de
datos pagadas, la mayoría de las publicaciones ahí disponibles ya fueron
catalogadas, revisadas por expertos, organizadas y seleccionadas con
rigurosidad para un determinado público de manera que constituyen fuentes
confiables de información.
¿Dónde está la información en Internet?
Internet se
masificó en Chile a partir de 1992, y desde entonces su crecimiento ha sido
explosivo. Pocos años después se desarrollarían las aplicaciones que
permitirían a todos los usuarios aprovechar esta red de información y
comunicación, organizar sus contenidos, compartirlos y desarrollar aplicaciones
que faciliten su uso. Aplicaciones para organizar y compartir enlaces de
interés como delicious o DIIGO con otros usuarios, o Googledocs para generar documentos colaborativos online han
revolucionado el fichaje de sitios web y la producción de contenidos online.
La información, en un inicio, se
almacenaba en servidores que fueron conectándose entre sí para aumentar su
capacidad de intercambio de información en la medida en que fue haciéndose
necesario, de acuerdo a las demandas de los usuarios. Hoy en día, existen enormes locales repletos de servidores, llamados “centros de proceso de datos” que almacenan miles de miles de datos.
Cuando
necesitamos buscar alguna información en Internet, requerimos de un buscador o
motor de búsqueda para lograr encontrarla. Un buscador es una página web en la que se ofrece consultar una base de
datos, en la cual se relacionan direcciones de páginas web con su contenido.
Su uso facilita enormemente la obtención de un listado de páginas web que
contienen información sobre el tema que nos interesa. No obstante, hay que
tener presente que ante el crecimiento constante de Internet, ningún buscador
es capaz de catalogar o indexar absolutamente todo el contenido que existe en
la web. (Aula
21.net, s.f.)
Eficiencia versus organización:
Si
le pidiéramos a un(a) bibliotecario(a) que nos busque todos los libros donde
aparece la palabra “economía” probablemente, nos diría que eso es humanamente
imposible a partir de la enormidad de tiempo que tomaría llevar a cabo esta tarea (Bassi, 2001) .Pero si realizas esa
misma operación en un buscador web la tarea es simple, viable y probablemente
demorará sólo un par de segundos. De todas formas, el buscador web nos indicará
que existen 28.9765.983 documentos donde aparece la palabra “Economía”, sin
embargo, si queremos revisarlos uno a uno tendremos que disponer de cientos de
días para esto. ¿Tienes el tiempo para revisarlos todos? Probablemente no. Por
este motivo, es necesario conocer estrategias para buscar en la web de manera
eficiente y organizada.
La
tarea de buscar en la web no es simplemente anotar un puñado de palabras en la
barra de búsqueda. El buscar información en la web implica planificar la
búsqueda de acuerdo a los objetivos y
necesidades que tenemos previamente establecidas.
Hoy
en día, los buscadores web son aplicaciones que rastrean la red
recopilando datos e información sobre las páginas web, incorporando ésta en su
propia base de datos. Con el tiempo, éstos han ido desarrollando nuevas
herramientas que los han vuelto más intuitivos
y simples de usar. Es por esto,
que aprovechar al máximo los buscadores web para lograr búsquedas eficientes es
un verdadero desafío para los usuarios que buscan contenidos de calidad y resultados
ajustados a sus necesidades en el menor tiempo posible.
Algunos ejemplos de
buscadores generales que se utilizan son:
Google www.google.com
Yahoo www.yahoo.com
Bing www.bing.com
Ask www.ask.com
Existen
también los buscadores temáticos o
especializados. Estos son
herramientas que restringen la búsqueda en la web a aquellos recursos digitales
que cumplen requisitos específicos como: tipo
de documento (libros, artículos, etc.), materia (ciencia, humanidades, etc.) o nivel de la información (documentación de carácter científico y
académico. Estos generalmente son mantenidos y revisados por expertos en las
distintas disciplinas, por lo que la información que recopilan suele ser más
rigurosa y fiable que la de los buscadores generales.
Ejemplos:
En tus tareas profesionales, ¿Para qué utilizas habitualmente internet?¿Para qué usas la biblioteca de tu colegio o universidad?
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